miércoles, 2 de octubre de 2013

Flan Hessel


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Qué contradictoria es la naturaleza. A veces juega al escondite,  nos sonríe tras el cristal, nos mira y nos confunde: La noche y el día, el norte y el sur, arriba y abajo, dentro y fuera… ¿Qué hace ese joven ahí escondido, camuflado bajo el pelo blanco y ralo, bajo la mirada glauca, tras el rostro fruncido? Ese ímpetu juvenil en perpetuo movimiento no entiende de fronteras, es  elástico, se las salta a la torera. No tiene edad, ni quiere y escapa a borbotones por la mirada y por la palabra, por la expresión. Qué significado tan extraño el de su juventud,  entre el invierno de la experiencia, y el verano arrebatado de la actitud.
Jamás hubo viejo tan joven, ni joven tan mayor como par gritar con tanta fuerza y elegancia ¡indignación!
Y porque Stéphane Hessel, me sabe así, contradictorio en su contenido y su continente; porque fue capaz de mostrarnos el significado universal  de una palabra, se merece el pequeño homenaje de un plato. Un plato postrero y juvenil, casi tanto como él; el punto y seguido de una estupenda comida. Un plato que encierra en su interior la esencia de su propia contradicción: indignación, piña, coco…Sol.


NECESITARÁS (para 4 personas)

  • 400cl de leche.
  • 3 huevos.
  • 10 galletas napolitanas (las maría de toda la vida también dan buen resultado pero la canela de éstas le da un toque buenísimo).
  • 100gr de azúcar.
  • El mismo volumen de coco rallado que de azúcar.
  • Caramelo líquido (puedes hacerlo tú o comprarlo.Yo he utilizado uno de supermercado).
  • 4 rodajas de piña de bote.
  • 50cl de oporto o jerez dulce.

ELABORACIÓN

  1. Poner todos los ingredientes en un vaso batidor menos el caramelo líquido, la piña y el oporto. Batir.
  2. Cubrir con caramelo líquido el fondo de una flanera grande y verter el contenido del vaso batidor. Tapar con papel de aluminio y meter al baño maría en el horno 30’, a 200ºc,  previamente precalentado 10’.
  3. Mientras tanto,  verter en un cacillo el oporto y cocer a fuego lento, removiendo de vez en cuando con la cuchara de madera, hasta que reduzca y pierda el alcohol. Añadir la piña troceada a la reducción y batir. Si crees que te queda algo espesa la salsa, añádele caldo de la piña hasta que coja la textura que te gusta. 
  4. En un  extremo de un plato rectangular pon una buena cucharada de salsa de piña y alárgala con gracia con la cuchara o el pincel de cocina.
  5. Desmolda el flan (una vez frío o no podrás) y corta un par de porciones poniendo una sobre la cucharada de salsa de piña y la otra montando ligeramente encima.
  6. Espolvorea un poco de coco rallado por el plato para decorar.
  7. Ummm, es indignante lo bueno que llega a estar.


NOTA

Un oporto o jerez blanco en lugar de tostado potenciará el color de la piña y el contraste con el flan y el caramelo será más aparente.


MÚSICA PARA ACOMPAÑAR

Para la elaboración: Sugar Men,de Sixto Rodríguez.


VINO RECOMENDADO

Solera 1847, de González Byass. Imprescindible muy, muy frío.

DÓNDE COMER

Te va a dar igual porque creerás estar en el paraíso.


QUÉ HACER PARA COMPENSAR LAS CALORÍAS

Salir a la plaza y ponerte al Sol…o a la sombra, qué más da y pasear y estar y no parar e incomodar, incomodar mucho para una buena digestión.