domingo, 30 de octubre de 2016

Morcillas No es sí. Y el ganador es...

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Decía Chimo Bayo hace unos días, en relación a la presentación de su libro ‘No iba a salir y me lie’, que “quien no haya desfasado no es de fiar” (público.es). No sé si al desfase se le puede considerar la medida capaz de calibrar la confianza en una persona. Ahí tenemos el desfase de días pasados en la sede del PSOE y lo poco de fiar que eran quienes cortaron el bacalao en esa movida, como diría el propio Bayo. O lo poco de fiar que son la mayoría de los que celebran botando como locos los votos que les mantienen en el poder o se lo otorgan con abstenciones calculadas y vergonzosas (cuando el adversario celebra tu decisión, una de dos, o estás jodido o es tu amigo; y en cualquier caso estás jodido). Y aunque con varias envestiduras de retraso y una hora de menos, jamás me fiaría de un tipo que ha desfasado lo innombrable, rodeado de ladrones y anteponiendo los intereses del poder y del dinero al interés general del ciudadano, y a pesar de ello vuelve a ser presidente por la Gracia del PSOE, en cuya ejecutiva ha encontrado una mayoría más amplia de grupies que entre sus votantes.

No, no creo que fuera ese el desfase al que Chimo Bayo se refería. El desfase al que se refiere era indebido y divertido, alegre y trasnochador. Nada que ver con los desfases traidores, interesados y peligrosos para el conjunto de una sociedad a los que la casta política nos tiene acostumbrados. Son lo que son, alta suciedad. Cuidado con ellos, que muerden con la boca cerrada y abierta. ‘Cave canen'.

Porque si el desfase en los días de la ‘Ruta del bacalao’ fue perjudicial para la salud de alguno (pasarse de frenada es lo que tiene), lo fue para él, para nadie más. Sin embargo, el desfase en la política sí perjudica seriamente la salud…la salud de todos sin excepción, no solo la de quien desfasa; y eso es lo que nos espera de nuevo, más de lo mismo. Otra vez.

Así están las cosas, como cabía esperar. Y el ‘No es no’, que se ha repetido tantas veces y sonaba como un ‘yes we can’ a la española, se ha quedado en un sumiso, traicionero y lacónico ‘No es sí’. Un ‘no es no’ que no debía ser solo un no a Rajoy. También un ‘no es no’ a más recortes, que nos vienen. Un ‘no es no’ a seguir robando. Un ‘no es no’ a estar por encima de la ley. Un ‘no es no’ a la prepotencia. Un ‘no es no’ a la injusticia. Un ‘no es no’ a las falsas apariencias. Un ‘no es no’ a la mentira… Un ‘no es no’, sí, pero a todo, incluido Rajoy.

El problema es que al final todo es eso: apariencia, epidermis, envoltorio. Nada más que postura y ningún interés por el ciudadano… Y pensar que con tantos días que tenían por delante no se les haya ocurrido largarse de puente y dejarnos en paz por un tiempo... Hay que joderse con el día de la marmota. Otra vez en las mismas. Otra vez igual.

Esta receta es para todos ellos, para sus engaños y sus falsas apariencias: Morcillas No es sí, las morcillas mentirosas. Mienten porque no son morcillas; o sí, según se mire (siguiendo un razonamiento Rajoyniano, donde no es no, si no sería sí; o tal vez no, vaya usted a saber). Son morcillas embusteras (como tantos que pululan por la política), porque no son ni de sangre ni de Burgos; eso sí, son de arroz, pero con alubias. Morcillas, pero veganas. No es sí ¿o no es no?... Morcillas o no, lo que te aseguro es que no decepcionarán a nadie, que ya es bastante, porque están tan deliciosas como las auténticas, pero sin impostar, porque lo valen por sí mismas. Y eso, en los días que corren, ya tiene mucho, pero que mucho mérito.

Que las disfrutes.

 

NECESITARÁS (para 4 personas)

  • 400 g de alubias negras cocidas.
  • 250 g de arroz redondo cocido.
  • 3 cebollas tiernas.
  • 2 dientes de ajo.
  • 50-60 g de pan rallado.
  • 1 cucharada de pimentón dulce DO de la Vera.
  • 1 cucharada de pimentón picante DO de la Vera.
  • Aceite de oliva virgen para sofreír.
  • 4 hojas de alga nori.
  • Agua y sal.


ELABORACIÓN

  1. Una vez cocidas y escurridas de su agua, pasamos por la batidora las alubias hasta obtener un puré. Debe quedar con una consistencia adecuada para poder formar con él y el resto de los ingredientes un rulo posteriormente (si ves que queda algo seco, añádele un poco de agua de la cocción).
  2. Picamos muy menudo las cebollas y los ajos y las sofreímos. Escurrimos bien del aceite y reservamos.
  3. En un bol, mezclamos muy bien el puré de alubias con las cebollas y los ajos fritos, el pimentón y el pan rallado. Debe quedar una masa homogénea con todos los ingredientes bien integrados.
  4. Cocemos el arroz y lo integramos en la masa que hemos elaborado, mezclándolo todo muy bien para que se reparta perfectamente en la misma. Dejamos enfriar y formamos con la masa rulos aproximadamente de 15 cm de largo por 4-5 cm de diámetro (vamos, más o menos el tamaño de una morcilla de burgos tradicional).
  5. Cogemos las hojas de alga nori y las pasamos por la sartén para tostarlas un poco. Envolvemos cada uno de los rulos con la hoja de forma que quede perfectamente cubierta como si fuera su piel y las dejamos reposar unas horas.
  6. Emplatado: corta las ‘morcillas’ en trozos de unos dos dedos de grosor y pásalas por la sartén, con unas gotas de aceite, para que queden doradas, calientes y un puntito crujiente. Sirve a continuación.

Espectacular, económico y deliciosas. A repetir y disfrutar.

NOTA

Puedes prescindir del pimentón picante en caso de no gustarte; o añadirle ½ cucharada sólo. En cualquier caso, añade más del dulce. Sin embargo, el punto picante, característico de la morcilla de burgos, no lo tendrá.

MÚSICA PARA ACOMPAÑAR

Para la elaboración: Mal salvaje. Espanto.
Para la degustación: Serpiente dorada. Dengue Dengue Dengue.

VINO RECOMENDADO

Encanto, tinto roble. DO Bierzo.

DÓNDE COMER

Te da exactamente igual, te lo aseguro; porque donde las pongas (mesa de interior o de exterior, de fiesta o de diario, en la intimidad de la pareja o en medio del barullo de los amigos) vas a dejar al personal alucinado…sin excepción. Dan el pego total.

QUÉ HACER PARA COMPENSAR LAS CALORÍAS

Ensalzar las virtudes del plato y hacerte el interesante y duro cuando te pidan la receta, estas recetas son un bocado tan ligero que no hace falta más que gimnasia de lengua para quemar la escasa energía que nos aportan.



jueves, 6 de octubre de 2016

Requesón al estilo PSOE. Carta imaginaria de un socialista decepcionado

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Superado el estupor inicial de un fin de semana en el que las navajas han volado descontroladas en la sede de Ferraz, y sobrepuesto del espectáculo al que asistimos, donde sus ocupantes, organizados como partidas de caza lanzaron sus realas al degüello y apostaron francotiradores en los micrófonos de los medios de comunicación, la verdad es que lo sucedido con el PSOE da tristeza, mucha tristeza. A mí me la da, sinceramente. No porque les vote, hace tiempo que mi fidelidad se alejó de amores ciegos que acaban decepcionando, sino porque dudo que quede algún militante, siquiera algún votante, que mantenga la ilusión en un partido (o sus ejecutivas) que ha perdido la credibilidad y se ha empleado con ahínco en romper el corazón, en volar la confianza, de todos aquellos a quienes representa; y eso es triste, muy triste.

Porque el PSOE no es un partido cualquiera. Ningún partido se merece la soez exhibición que se hizo el otro día de sus miserias, pero el PSOE, aún menos. El PSOE, más allá de afinidades ideológicas, de militancias o simpatías, en cierta forma es un patrimonio de todos, un bien que forma parte del ideario colectivo que hunde sus raíces 140 años atrás. Ante ese circo grosero, algo de todos nosotros se desgarró frente a las puertas de su sede. Fue algo triste, muy triste. Sucede lo mismo cuando asistimos a un acto irracional o salvaje, por lejos que nos quede. Cuando vemos la locura talibán haciendo volar por los aires unos budas que nos quedan a miles de km de distancia o la ferocidad bárbara y despiadada con que el Daesh vuela Palmira, entre sus escombros se va también parte de nosotros mismos. No es necesario conocerlos de primera mano, tan solo hace falta reconocer su significado. Y eso es lo que no han entendido quienes gobiernan este partido. No han respetado un legado que está por encima de sus intereses. Han dinamitado, por puro egoísmo, lo que no les pertenece. No han entendido que ellos sólo están de paso. 
     
Mucho tienen que cambiar las cosas para revertir esta situación. Ni el doctor Cavadas le cambia la cara ahora mismo a este partido. Ni Mc Gyver lo arregla. Nunca antes como ahora el PSOE se ha encontrado en horas tan bajas, en horas tan decepcionantes, en horas tan postreras. Siempre al filo de la noticia y cabalgando sobre su última hora. Haciendo malabarismos para no parecer tocado y hundido. Sacando pecho con cada primicia, con cada una de sus declaraciones, y enmascarando con aires de renovación la enfermedad terminal en la que se encuentra; unos aires tan viciados que ni ellos mismos se atreven a respirar. Saldrá adelante, seguro, pero como todo aquel que entra en coma, nunca se sabe en qué condiciones lo hará.

La verdad es que me parece tan triste todo lo que han hecho con él que se me quitan las ganas de dedicarle una receta. Pero si tuviera que hacerlo, si algún plato hubiera de recordármelo, un postre sería lo que mejor le representa: Requesón al estilo PSOE. La perfecta combinación de requesón, mermelada y galleta que se prepara casi a la misma velocidad con que se desmantela el prestigio de un partido...Casi. Tal vez el dulce colofón a sus días de gloria. O a lo mejor, como en todo buen final, por truculento que sea, el inicio de una nueva y bonita historia. El tiempo (los años) lo dirá.

Que lo disfrutes.
  
NECESITARÁS (para 4 personas)

  • 200 g de requesón.
  • 4 cucharadas de mermelada de mango.
  • 10 galletas de miel tipo ‘yayitas’.
  • Virutas de chocolate.


ELABORACIÓN

  1. Machaca las galletas en un mortero. Debe quedar un molido grueso, sin llegar a convertirlas en harina; que cruja al comer. Vierte en un molde de emplatar redondo y por este orden, un par de cucharadas de galleta picada, dos cucharadas colmadas de requesón y encima extiende una cucharada de mermelada cubriendo toda la superficie. Retira con cuidado el molde, y decora con unas virutas de chocolate negro.

Extraordinariamente rápido y sencillo, económico y exquisito. A disfrutar.

NOTA

Utiliza la mermelada que más te guste. La que he puesto tiene un 70% de fruta, por lo que el aporte de azúcar es menor, compensa el dulzor de la galleta y equilibra el resultado. En cualquier caso, las mermeladas con un puntito ácido (de arándanos, cereza, limón… o incluso naranja amarga) le da un toque especial a este postre difícil de igualar; aunque para gustos…

MÚSICA PARA ACOMPAÑAR

Para la elaboración: La trampa. Manu Chao & Tonino Carotone.
Para la degustación: Golpe maestro. Vetusta Morla.


VINO RECOMENDADO

Amatista Rosé. (Espumoso de moscatel y garnacha).  DO Valencia.

DÓNDE COMER

Un momento tan dulce como es de los postres, requiere de un lugar amable y apacible, así que aquel que más te inspire; y siempre acompañado de aquellos que hagan de ese instante una experiencia aún más agradable y entretenida.

QUÉ HACER PARA COMPENSAR LAS CALORÍAS

Poca cosa, para qué marearse si estamos disfrutando: estirar la sobremesa hasta acabar con lo que haya. Con toda seguridad que algo tan bueno no puede tener la poca delicadeza de engordar.



sábado, 1 de octubre de 2016

Japuta al estilo Ferraz o el día que a Pedro Sánchez le dieron la 'puñalá'

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Si Pedro Sánchez y Felipe González hubiesen probado los geles de placer, tal vez no hubiera sido necesario presenciar el bochornoso espectáculo al que estamos asistiendo. Hubieran solucionado sus diferencias de manera más civilizada y planteado sus estrategias con una sensibilidad pulida, educada y en privado, sobre todo en privado, en lugar de esa contienda  a garrotazos grosera, traicionera y  hardcore que nos están ofreciendo en primicia y en medio de la calle. Incluso podrían haberse planteado (con el beneplácito del resto de amotinados “engañados y frustrados” que han encabezado el golpe de estado en Ferraz) un cambio de pareja con una Susana Díaz voraz y con ganas de nuevas y notorias experiencias en la capital.

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Si en lugar de darle tan ‘durex’ y a traición se hubieran frotado con ellos y no con hiel, seguro que habrían usado un gel que limpiara de verdad la imagen y la reputación de un partido que ha sido referencia de la izquierda en este país; por el bien de su continuidad y de su supervivencia; por ahorrarles la vergüenza a los votantes y a  su militancia; por no hacerle gratis la campaña a un PP y a un Podemos que se frotan las manos; por no aupar hasta el gobierno a Rajoy.

Si se hubieran embadurnado con ellos, Felipe González, Susana Díaz y el resto de amotinados probablemente no mirarían a Sánchez como el origen de todos los males en su partido y en el desgobierno de España. Tal vez no lo hubieran convertido en la Venezuela de antes de las elecciones en la que nadie quería mirarse. Ese Sánchez (esa Venezuela) que refleja la manipulación descarada y perversa  que de ellos hacen los medios de comunicación y la política. Ni tan buenos antes, ni por supuesto tan malos ahora. Todo por su negativa a investir a Rajoy como presidente y permitir que un partido plagado de delincuentes siga gobernando el país cuatro años más. Tal vez esté ahí el quid de la cuestión, que esa turba amotinada sin escrúpulos ni vergüenza prefiere permitirles gobernar (en contra incluso de la voluntad de sus votantes y la militancia) a negociar y pactar con Podemos y los independentistas…Y es que eso es lo que tienen las falsas apariencias, se está más cómodo sentado a la derecha con el puño en alto, que habitando realmente el espacio que  finges ocupar.

Lo cierto es que la rebelión está hundiendo al PSOE. Pierde espacio a su izquierda no ya gota a gota, sino a chorros incontrolados. Y sitúa como héroe (o mártir) a Sánchez, revelando al mismo tiempo el verdadero rostro de históricos como González y de arribistas como Susana Díaz. Si es verdad que a la tercera va la vencida, es muy  probable que unas terceras elecciones le den el tiro de gracia a un partido que avanza con una carta de suicidio bajo el brazo.

‘Sabbúta’ es una voz árabe de la que deriva el nombre de un pez, la japuta; un pescado azul que recuerda el color político de muchos amotinados en Ferraz. Un pez, eso sí, que nada en aguas limpias y sanas, nada que ver con la turbidez en las que bracean estos. La japuta al estilo Ferraz es su plato. Una receta de palometa (otro de sus nombres) que los evoca por su nombre figurado y que les viene como anillo al dedo en su sede y en la mesa.

Que la disfrutes.

NECESITARÁS (para 4 personas)

  • 750 g de japuta.
  • 2 dientes de ajo.
  • 1 cucharada de orégano.
  • 1 ½  cucharadas de comino.
  • 1 cucharada de pimentón dulce de la Vera.
  • 2 cucharadas de vinagre de manzana.
  • ½ vaso de agua.
  • Sal y pimienta.
  • Aceite de oliva virgen extra.
  • 2 huevos´
  • Harina.
  • 1 calabacín.


ELABORACIÓN

  1. Trocea la japuta una vez limpia y sin piel (que te lo limpien en la pescadería) y sala. Introdúcela en un bol y añádele los dientes de ajo pelados y rallados, el comino, el orégano, el pimentón, el vinagre y el agua. Déjalo al menos 12 h en el refrigerador.
  2. Bate los huevos y pasa los trozos ya adobados por harina y huevo, en ese orden y fríe en abundante aceite hasta que queden dorados. Pasar por papel absorbente para retirar los restos de aceite. Reservar.
  3. Lava el calabacín. Córtale los extremos y córtalo en tiras longitudinales. Salpimienta y añádeles unas gotas de aceite. Mételos tapados al microondas durante 4’ a máxima potencia y posteriormente pásalos por el grill hasta que queden ligeramente dorados.
  4. Emplatado: coloca una cama de calabacín y sobre ella los trozos de japuta. Aliña con unas gotas de limón.

Sencillo, económico y buenísimo. A disfrutar.

NOTA
Juega un poco con las proporciones del adobo hasta encontrar el punto que se adapte más a tu sabor. Puedes utilizar para esta receta otros pescados como cazón, mero o incluso dorada o merluza, aquel que mejor se acomode al gusto de tu casa; sin embargo, sin la joputa no hará los honores a aquellos a quienes representa.

MÚSICA PARA ACOMPAÑAR

Para la elaboración: Que os follen. El Niño de Elche.
Para la degustación: El comunista. El Niño de Elche.

VINO RECOMENDADO

René Barbier rosado. DO Cataluña.

DÓNDE COMER

En cualquier lugar que sea de tu agrado, con la mesa bien vestida y sentado de espaldas a la pared, protegido de traiciones traicioneras; y rodeado, eso sí, de comensales leales e ingeniosos de los que no tengas que cuidarte más allá de su lengua divertida y afilada.

QUÉ HACER PARA COMPENSAR LAS CALORÍAS


Es bocado ligero, así que poca cosa. Una conversación ingeniosa y acalorada será ejercicio suficiente…y en caso de traición, finta con rapidez, que las balas no te alcancen.