miércoles, 31 de diciembre de 2014

Flan de turrón o la carta de los Reyes Magos al gobierno de Mariano


Querido Mariano,

Somos los Reyes Magos. Como en años anteriores, nos ponemos en contacto contigo para precisar una serie de detalles que no nos han quedado claros. En primer lugar, decirte que en el listado de deseos que incluyes en tu carta no especificas cuáles son puramente personales o para el ejercicio de tu gobierno. Ya te indicamos tiempo atrás que escribieras dos cartas para que quedara claro y poder proceder en consecuencia, pues no es lo mismo decir que has sido bueno en casa, que haberlo sido desde el sillón de tu despacho en la Moncloa. Sabemos que estás muy ocupado, pero si te pusieras un poquito en nuestro lugar lo entenderías. El año que viene, por estas fechas, es muy probable que hayas cambiado de domicilio, pero si no es así, por favor, pon un poco más de atención a la hora de escribir tu carta.


Nos comentas que has sido bueno este año, muy obediente, has hecho todo lo que se te ha pedido, y que tus propósitos para el próximo siguen en la misma línea. Querido Mariano, somos conscientes de esa inclinación tuya tan obstinada a la obediencia, lo que no nos queda claro es hacia quién, si hacia el pueblo al que te debes, si al partido que representas o a los poderes políticos y económicos que desde Europa han dictado las políticas a seguir en contra de los intereses reales de tus ciudadanos. No es más que un matiz, pero estaría bien que lo aclararas para saber cómo debemos interpretarlo.

Nos preocupas. Nos preocupas porque leyendo tu carta observamos que o tienes una imagen distorsionada de la realidad, que hace que la veas maravillosa, o nos mientes. Nos dices que no entiendes al ciudadano, que no comprendes cómo después de sacarle de la crisis, a la que das por concluida, no está contento y deseas de todo corazón que  te entienda y comprenda las razones por las que ha sido necesario su sacrificio. Mira, Mariano, hay algo peor que ser tonto y gobernar y es hacerse el tonto y no querer reconocer por lo que realmente están pasando muchas personas. El deseo de comprensión no se gana con sólo desearlo. El secreto no está en entender al ciudadano o que éste te entienda a ti; el secreto está en sentir como lo hace él y en ponerse en su lugar, y mucho nos tememos, Mariano, que tú no lo has hecho en ningún momento.

Deseas comprensión y confianza. Deseas por encima de todas las cosas que te entiendan; sin embargo, Mariano, observamos que estás tan alejado de quienes gobiernas, tan por encima de ellos, que por más que ahora estires los brazos ya no puedes alcanzarlos ni ganas que tienen ellos de que lo hagas. Has hecho los deberes, sí, pero no los deberes de tu pueblo, sino de quienes te gobiernan a ti. Has encarecido la justicia y todos los servicios de la administración; te has empeñado en el desmantelamiento de la sanidad y la educación públicas que garantizaban un acceso igualitario a la calidad de estos servicios. Y por encima de todo, has sembrado de pobres las calles hasta el punto que has vuelto a poner de moda el lema ‘siente un pobre a su mesa’, delegando tu obligación de cubrir las necesidades más básicas de la gente a la solidaridad y la voluntad de los propios ciudadanos. ¿Y dices que te has portado bien? No te has portado nada bien; te has portado muy, pero que muy mal.

Te has ganado el carbón de los niños malos, Mariano, esos que siempre andan metidos en gresca y provocando a los de al lado. Tu gobierno ha sido malo para quienes has de gobernar y demasiado bueno para quienes te gobiernan,  y harás bien en poner la dirección correctamente el año que viene, porque por estas fechas, nosotros que lo vemos todo, ‘Podemos’ asegurarte un cambio de domicilio. Considéralo un regalo por adelantado; ya sabes, la información privilegiada es lo que tiene, te permite organizar con tiempo y sin prisas  maletas y maletines.

Por lo demás, tranquilo, Mariano, somos conocedores de que has sido bueno en casa. La bicicleta que nos pediste te la dejamos; también la colección de vinilos de los 80, el cinturón y el bote grande de Brummel; no así el trenecito, nos ha parecido obsesivo después de tantos km de AVE que se han trazado ¿no te parece?

Aprovechamos para mandarte esta receta de regalo; ya sabemos que no la has pedido, pero tú la apreciarás en lo que vale, tanto por lo que supone el aprovechar las sobras en los tiempos que corren, como por las fechas en que nos encontramos: Flan de turrón, el flan de los que no tiran nada. Un flan, como verás, delicioso, sencillísimo y económico con el que hasta el zoquete más tozudo podrá lucirse y quedar de maravilla con sus invitados.

Que te aproveche.

Los Reyes Magos.

NECESITARÁS (para 8 personas)
  • 1 pastilla de turrón de jijona.
  • 1sobre de preparado para flan de 8 raciones.
  • 1lt de leche.
  • Caramelo líquido (uno de los sobres que acompaña el preparado).
  • Virutas de chocolate para decorar.
ELABORACIÓN
  1. Verter la leche en un cazo e incorporar el sobre de preparado para flan. Remover sin parar hasta que comience a hervir.
  2. Desmigar el turrón e incorporar en ese momento a la mezcla anterior y remover hasta que se deslíe perfectamente y quede una crema homogénea. Puedes hacerlo con la batidora a baja potencia. Una vez conseguida, caramelizamos la flanera que vayamos a utilizar y vertemos la mezcla. Dejamos enfriar y reservamos en la nevera de 3h a 5h.
  3. Emplatado: desmoldamos y decoramos con virutas de chocolate.
Umm, sencillísimo, fresco, ligero y exquisito.

NOTA

Puedes sustituir ¼ de la leche por un paquetito de nata, le da más untuosidad y está muy bueno, pero lo vuelve algo más pesado. También puedes decorarlo con nata montada o frutos secos picados.

MÚSICA PARA ACOMPAÑAR

Para la elaboración: Turn Away, Beck
Para la degustación: Tonight o Get Some, Likke Li

VINO RECOMENDADO

Duo, cava brut nature. DO Cava

DÓNDE COMER

En familia y antes de dormir, mejor; pero si eres de naturaleza curiosa, puedes hacerlo bajo la cama, al acecho de pillar por fin a los Reyes Magos cuando entren en tu casa.

QUÉ HACER PARA COMPENSAR LAS CALORÍAS

No me lo puedo creer ¿de verdad te preocupa este bocado sutil y fresco después de lo que llevamos pasado desde la cena de empresa?