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Un año nunca termina de irse
cuando algunos de los acontecimientos en él acaecidos dejan una huella
entristecida en el recuerdo o condicionan el devenir de los siguientes. 2013 se
va como empezó: gris y otoñal y a su vez sin culpa y condicionado por la huella
entristecida de 2012, como en una cansina letanía de penas adjudicadas sin pedirlas
y aceptadas.
Últimamente el paso del tiempo
nos tiene habituados a que las hojas de los derechos laborales y ciudadanos se
desprendan forzadas por la tijera inmisericorde del Podador sin escrúpulos. Ya
estamos acostumbrados. Parecen gravitar en una atmósfera densa y expectante,
pero su caída es imparable por más que el aire juegue con ellas y las levante
de tanto en tanto, porque es la mano del Podador sin escrúpulos la que hay que
detener.
2013 nos ha enseñado muchas
cosas. Nos ha enseñado que las mujeres a pesar de tener útero no son sus dueñas:
lo poseen únicamente en usufructo, porque el verdadero propietario es el estado,
dado que ellas no saben qué hacer con él.
Nos ha enseñado que “concertina”,
lejos de ser un nombre hermoso que sueña convertirse en instrumento musical, es
un alambre fiero y brutal que desgarra la carne de quien ya tiene el alma
desgarrada y deja prendida en él su esperanza.
Nos ha enseñado que es imposible
elaborar una ley que regule unos desahucios injustos e inhumanos, pero que
basta unas semanas para confeccionar otra que paraliza los escraches o
cualquier movimiento a través del cual los políticos se sientan acosados.
Nos ha enseñado que el miedo es
un arma muy peligrosa en manos de los gobiernos y que una ley de ciudadanía
desmedida y vergonzante protege a quien la promueve y suscita la parálisis
colectiva.
Nos ha enseñado que el derecho a
la huelga puede ser tan solo un recuerdo con unos servicios mínimos a máximos y
el máximo de cinismo al imponerlos.
Nos ha enseñado que muchos de los
altos cargos del partido popular han recibido durante años sobresueldos en
dinero negro de manos de su extesorero, amigo y delator, porque con el dinero que cobraban del partido
no podían mantener la vida digna que sus familias merecían. Seguramente porque
sus familias merecen más dignidad que las que tienen que malvivir con un
salario mínimo vergonzoso y congelado.
Nos ha ensañado que casi todas
las empresas del Ibex evaden impuestos y que el fraude fiscal de las grandes
corporaciones supone alrededor del 80% del existente año tras año, pero que es
al trabajador que defrauda al que hay que perseguir porque es él con su actitud
quien frena el avance de la economía.
Nos ha enseñado que al grito de
independencia se pretende ocultar la pésima gestión económica de una región y
que hay quien es capaz de agitar banderas por erigirse en salvador de los
valores patrios, aún a riesgo de hundir en la miseria a sus conciudadanos.
Nos ha enseñado que no hay nada
más peligroso que aquellas leyes que llevan los nombres de quienes las
promueven, como la ley de Educación, que convierte un derecho universal en un
privilegio para una cada vez más amplia mayoría.
¡Ah, sí! También nos ha enseñado
que Madrid is fain, a pesar de no ser Olímpica. Y que Urdangarín, además de un
yerno real, en este blog (www.cocinaparaindignados.com)
es un chorizo que hecho a la llama de un orujo encendido, se convierte en
Urdangarines al infierno…y están buenísimos.
Sí, han pasado muchas cosas y una
de ellas muy cierta: que caen las hojas de los derechos civiles y laborales y
bailan ingrávidas y gentiles como pompas de jabón en medio de una atmósfera densa
y expectante. Y somos nosotros los que con nuestro aliento y sin desfallecer
han de mantenerlas ahí arriba, sin parar de soplar, aventando con fuerza frente
a la mano inmisericorde del Podador sin escrúpulos.
Todas las cosas pasan por algo, algunas de ellas por sumisión e incluso otras por imbéciles. Sin embargo,
el año que entra nos brinda 365 oportunidades para enmendarlas. Es por eso que
deseo un 2014 cargado de desobediencia. Deseo que 2014 sea el año de la
Desobediencia Civil con mayúsculas, el año de las luces, el año que vivimos
peligrosamente, el año de la Recuperación, la nuestra, no la de ellos.
Deseo que 2014 rompa por fin la letanía cansina y fea de penas adjudicadas y no
pedidas, de penas a golpe de decreto de un gobierno de absurda mayoría.
Y para celebrarlo y entrar con
fuerza a un año lleno de oportunidades con estilo y espíritu sibarita, nada mejor que este plato: unas deliciosas Apechugas
Triple A. Porque hagamos lo que hagamos y a pesar de lo que logremos,
vamos a continuar apechugando con todo cuanto nos echen encima. Y ya puestos a
apechugar, hagámoslo con tanta dignidad como lo hacen estas apechugas de pato,
este magret. Lo vamos a acompañar con una deliciosa salsa de Oporto, unas
manzanas caramelizas y unos bombones de foie de pato…No te va a hacer falta
mejor agencia de calificación que tu propio paladar para comprobar que este
plato, además de solvencia contrastada, es un campeón que nos permitirá
afrontar el nuevo año con ánimos renovados.
Feliz 2014 y que aproveche.
NECESITARÁS (para 4 personas)
- 2 apechugas de pato o magret.
- 2 ½ manzanas.
- Aceite.
- 2 cucharadas de azúcar.
- Un chorrito de vinagre de Módena.
- 200cl de vino de Oporto.
- 1 cucharada de confitura de castaña (opcional).
- Un puñadito de pasas de corinto.
- 100gr de micuit de calidad.
- 100gr de nata líquida.
- 1 huevo.
- 1 cucharada de crema de champiñones en polvo.
- 1 poquito de sal y de aceite.
ELABORACIÓN
- Coger las apechugas y practicar unos cortes en la parte grasa a lo largo cruzados de forma que hagan un enrejado. Dorar durante 1’ en una sartén sin aceite por la cara grasa y 1’ por la magra. Introducir al horno precalentado a 180º durante 4’-5’. Reservar.
- Pelar 2 manzanas, descorazonar y cortar en gajos gruesos. Poner unas gotas de aceite en una sartén, echarles una pizquita de sal y sofreír. Cuando vea que ya casi están, añade sobre los gajos una buena cucharada de azúcar, remover y dejar que sigan friendo. Para evitar que el azúcar se caramelice en exceso y se pegue a la sartén añade un poco de vinagre de Módena. Dejar evaporar y cuando veas que las manzanas están blandas y han adquirido un bonito color dorado, ya están. Ya tienes manzanas caramelizadas.
- Corta media manzana en trocitos pequeños, introdúcelos en un cazo e incorpora el vino de Oporto, la cucharada de confitura de castañas y la de azúcar. Deja cocer hasta que la manzana esté bien blandita. Pasar por la batidora. Introduce el puñadito de pasas en un vaso con Oporto que las cubra. Meter al microondas 1’ a potencia máxima. Deja enfriar y escurre. Incorpora las pasas a la salsa. Ya tienes una salsa de Oporto.
- Coge el huevo y separa la yema de la clara y monta ésta a punto de nieve (que esté a temperatura ambiente para que te salga bien. Unas gotitas de limón y una pizca de sal te ayudarán). Mezcla con la yema el foie, la cucharadita de azúcar, la cucharada de polvo de puré de champiñones y remueve. Lleva a ebullición la nata líquida e incorpora removiendo bien todo. Ve incorporando las claras a punto de nieve poco a poco y que coja la masa un aspecto esponjoso. Coge un molde de horno de silicona para hacer bombones o pequeños flanes, píntalos de aceite para que no se peguen y llénalos con la masa. Introdúcelos al horno precalentado a 170º unos 20’. Sacar, dejar enfriar y desmoldar. Ya tienes bombones de mousse de foie.
- Emplatado: pintar una raya de salsa en los extremos de la cual colocamos 2 bombones de mousse de foie. Sobre los mismos un poquito de caramelo líquido. Detrás de cada bombón dos gajos de manzana caramelizada, un poquito más cerrados que los bombones y acabando el triángulo amoroso láminas de apechugas de pato mojadas con una línea de salsa de Oporto. Decora con unas pasas y algo de la salsa.
- Este sí es un trío de ases auténticamente triple A. Que lo disfrutes.
NOTA
Puedes prescindir de la confitura
de castaña en la salsa de Oporto, aunque le da una textura y sabor muy de
agradecer, haciéndola más suave y original.
A los bombones, en lugar de polvo
de crema de champiñón, puedes ponerle las especias que te gusten o lo que la
imaginación te sugiera. También puedes sustituir el caramelo líquido por un
azúcar moreno caramelizado al soplete. Desde luego le da un toque sofisticado
que tus acompañantes te agradecerán.
MÚSICA PARA ACOMPAÑAR
Para la elaboración: Sirens, Pearl Jam
Para la degustación: Tower of Song, Leonard Cohen & U2
VINO RECOMENDADO
Hiriart Lágrima, R-12. DO Cigales
DÓNDE COMER
Es un plato sofisticado, para
recibir el año tan dispuesto y apasionadamente como deseas que transcurran sus
días. Compártelo con tu pareja, a solas, en compañía de unas velas que iluminen
lo suficiente para percibir la luz de sus ojos, con la mesa bien vestida y la
rotunda voz de Cohen envolviendo el ambiente…No sé si lo acabarás.
QUÉ HACER PARA COMPENSAR LAS CALORÍAS
Creo que habéis sido incapaces de
acabaros todo. No hace falta decir más, ya eres mayorcito y sabrás que el amor
o mejor dicho, practicarlo, es un potente antídoto contra la retención de
líquidos varios. Sé generoso y repite cuantas veces sea necesario, porque un
plato triple A bien merece un triplete para celebrarlo.