Donde tengas la olla no metas la ... . Es una obscenidad, vale, pero una obscenidad muy cierta. Ésta es una de
esas máximas castizas que podría completarse hasta decir que, ni aquella, ni
la mano, ni la pata o, más bien, tu maliciosa incapacidad. Así, por la misma
razón que no debes echar mano de tus gónadas en lugares inapropiados, tampoco
debes robar, ni gestionar tan necia y toscamente en beneficio propio, sobre
todo cuando la olla es de todos. Es algo que por común no deberíamos aceptar
jamás y desde luego un principio inexistente en la gestión de los políticos
valencianos en casi todo cuanto tocan, el último ejemplo, Canal 9. Aquí la han
metido y hasta el fondo, sin cortarse: con profesionalidad y alevosía;
corrompiendo instituciones y saqueando erarios públicos y encima con la cabeza
bien alta. Me refiero, por supuesto, a la de pensar, la de arriba, donde está la cara, una cara dura como el cemento armado, bruñida con cremas caras y sin
visos de arrepentimientos, que es lo indignante.
Qué indecente. Qué asco. Ser el
gestor de un ente público, de un bien común y creerte el dueño. Convertir en
propiedad particular lo de todos y maniobrar política y personalmente a favor
de tus propios intereses, unos intereses espurios y egoístas. Hundir el Titanic
y subir en la primera barcaza, acomodarte y desde ahí contemplar. Contemplar
cómo el mar se lo traga todo en pago a una deuda pendiente. Contemplar el
chapoteo desesperado de la gente sin apartar la mirada. Contemplar tu obra sin arrepentimiento.
Ser responsable de la zozobra y el naufragio y simular maniobras de salvamento.
Mostrarte despiadado y golpear con el remo, con los pies y con la palabra a
aquellos que plantando cara se agarran a la barcaza para salvar la vida.
Qué vulgar que eres. Qué grosero. Sólo esperas
el silencio, la calma tras el desastre. El olvido. Pero es un barco muy grande,
casi tanto como tu prepotencia; y ya se sabe: el mejor antídoto contra la
vanidad es la soledad; mejor incluso que la hoguera. Así te quedes: solo, en los tribunales
y en las urnas. Que el barco lo lleven ellos: los músicos, los camareros, los
cargadores, los maquinistas…los que saben, los que lo cuidan, los que lo aman.
En homenaje a todos ellos y con
el deseo de que la negra sombra de quienes lo han hundido desaparezca para
siempre, aquí te presento este plato: Olla Corrupta al Estilo Canal 9: con 9
ingredientes del cerdo imprescindibles en cualquier guiso de esta naturaleza que
se precie; eso sí, servida bajo el estricto control de la ley de Transparencia.
Una metáfora de una realidad fea y sucia transformada aquí en una sinfonía de
sabores donde las manitas del cerdo, sus carnes y los chorizos, campan a sus
anchas, en este caso para mejorar el plato y no para enturbiarlo, como aquellos
a quienes representan.
Una receta que aúna tradición, la
olla en la cocina y el abuso en el poder, con la modernidad, pues serviremos deconstruida
en cazuela transparente y honda, con el caldo, las verduras y las carnes al
fondo y sobre él un hummus de alubia, culminado con patata y cardos paja.
Um ¿A que apetece? Te aseguro que
su sabor corromperá los espíritus más angelicales. Y lo peor: no se
arrepentirán.
NECESITARÁS (para 6 personas)
- 400gr de alubias.
- 1 patata.
- 1 zanahoria grande.
- 1 puerro.
- 1 nabo.
- 200gr de cardo limpio.
- 1 codillo de jamón.
- 2 chorizos.
- 250gr de morcilla de arroz.
- Una morcilla de cebolla (unos 70gr).
- 1 manita de cerdo troceada.
- 400gr de ossobuco de cerdo.
- 250gr de rabo de cerdo.
- 200gr de costilla carnosa de cerdo.
- 200gr de careta de cerdo.
- Aceite (un poquito).
- Sal (un poquito).
- Pimienta (un poquito).
- Agua.
- Un chorrito de jerez seco por ración (opcional).
ELABORACIÓN
- Lavar bien las alubias y ponerlas a remojo la noche anterior.
- En el momento de cocinarlas, proceder de la siguiente manera: Meter las alubias en una malla de cocción e introducir en la olla a presión. Cortar las verduras en trozos pequeños y meter en otra malla. Añadir todas las carnes y agua fría que lo cubra todo. Cocer unos minutos con la olla destapada y espumar. Cerrar y dejar cocer durante una hora aproximadamente a fuego medio-bajo.
- Pasado ese tiempo, retirar del fuego y dejar que se enfríe.
- Sacar de la malla las alubias y el nabo de la suya y batir, añadiéndole un poquito de aceite, de sal y de pimienta (al gusto). Ya tenemos un hummus de alubia. Se crees que te queda muy espeso, agrégale un poco de caldo hasta obtener la textura deseada.
- Saca las carnes, deshuesa y corta en trocitos pequeños.
- Pela, lava y corta en tiritas muy finas (te puedes ayudar de un rallador grueso) una patata. Fríela hasta que quede dorada y suelta. Pásalas a papel absorbente para eliminar el exceso de aceite.
- Corta el cardo en tiritas finas. Saltéalo un poco en el aceite sobrante y procede como con las patatas paja.
- Cuela el caldo y rectifica de sal.
- Emplatado: colocar en el fondo las verduras, sobre las mismas las carnes. Verter caldo que lo cubra pero dejando la superficie seca. Con la manga pastelera cubrir con el hummus de alubia y rematar con patatas paja y cardo en tiritas. Servir el caldo aparte en copa de Martini muy caliente.
NOTA
Te va a sobrar caldo y carnes
para otros platos: sopas, arroces al horno, ropa vieja…
Si dispones de un sifón de
cocina, el humus adquiere una textura aérea y ligera muy aparente que mejora
aún más la apariencia del plato.
Puedes añadirle también apio,
napicol o calabaza; son verduras que se adaptan muy bien a esta receta.
El caldo con un chorrito de jerez
seco (opcional, pero lo recomiendo) y muy caliente se bebe mientras nos comemos
le plato.
MÚSICA PARA ACOMPAÑAR
Para la elaboración: Georgia On My Mind, de Ray Charles. Porque su voz grave y rotunda acompaña como ninguna las ensoñaciones más deseadas.
Para la degustación: Becca Krueger Cover of Ray Charles “Hit The Road Jack”. Nadie como ella para vestir este plato con tanta elegancia.
VINO RECOMENDADO
Mayor de Castilla crianza 2010.
D.O.C Ribera del Duero
DÓNDE COMER
En mesa redonda, como de
negociación, bien vestida, con salvamanteles, y la cubertería y cristalería de
las ocasiones especiales, porque ésta lo es. Vístete adecuadamente, porque a
pesar de ser un plato casi, casi antropófago, es sutil, festivo y elegante como muy pocos.
QUÉ HACER PARA COMPENSAR LAS CALORÍAS
Más allá de las pesadillas, los sueños
felices, como las ensoñaciones placenteras, mueven a la risa y a la felicidad.
Ensueña pues, con que, tal vez y sólo tal vez, en esa metáfora antropófaga
acabas de una vez por todas con la larga sombra del poder y ríe, ríe mucho,
porque cuando ríes se mueven 15 músculos faciales, el estómago, el diafragma,
la musculatura pectoral…¿acaso hay un ejercicio más completo? Aplicado durante
2 horas, tumbado en el sofá o sobre la mesa en ensueño compartido, llegarás a
la cena con espíritu renovado.