(Receta
proporcionada por Alberto Lluch, jefe de cocina del Alameda Palace de Valencia,
chef de brillante futuro, indignado como el que más, pero contento y amigo).
Qué manía con incrementar el
valor de las cosas. Qué obsesiva extravagancia con pies de barro y lo que le es
aún peor: con conciencia de ello. Por supuesto, el objetivo no ha sido el bien
común, sino sentar las bases de un inmenso negocio que hizo de oro a aquellos
para quien se había montado. Porque en el fondo les encanta recalificar. Les
encanta recalificar y recalificarse, y pasar del tuteo al Vd. en un visto y no
visto y de ahí al plural mayestático con la misma rapidez que lo ha hecho su
fortuna. Del “yo soy así,” al “Nóos somos así”, a velocidad de AVE.
Ojala pudiéramos recalificarnos
el salario. Eso sí que estaría bien. O el trabajo; pero claro, de eso ni se
habla; es imposible. “Nóos consideramos que es justa y deseable vuestra
demanda, pero lamentamos que sea inviable. La Senda De La Recuperación no
conoce otro camino que el de vuestro desinteresado sacrificio” Y se quedan tan
anchos al decirlo. Sin terrenos que recalificar no hay paraíso, qué le vamos a
hacer.
No pasa nada, recalifiquémonos a
nosotros mismos; porque tú lo vales, porque somos únicos. Y de paso, también
unos garbanzos. Así, del mismo modo que algunas tierras yermas mudaron sus
espinos por espigas de oro,
enriquezcamos su sabor añadiendo a su tierna, soleada y delicada carne la untuosidad
fina y sensible de los ingredientes que le acompañan, convirtiendo esta humilde
legumbre en un bocado digno de la nobleza más acomodada.
Nóos os lo recomendamos
encarecidamente.
NECESITARÁS (para 4 personas)
- 300g garbanzo natural.
- 2 dientes de ajo.
- 1 patata.
- 1 zanahoria.
- 100g de chorizo seco.
- 1 manojo pequeño de espinacas.
- 1 ramillete de perejil.
- 1 chusco de pan duro.
- 2 huevos.
- 2 cucharadas de aceite de oliva.
- c/s sal.
- Mucha agua.
ELABORACIÓN
- Se dejan los garbanzos en agua durante un día, se les cambia el agua y se cuecen unos 20 minutos en una olla con un poco de sal.
- Hacemos una majada en el mortero con el perejil, el ajo, un poco de sal y el trozo de pan frito u horneado y se le añade a la olla.
- Troceamos la patata, la zanahoria y el chorizo y también lo añadimos a la olla junto a las espinacas y los dos huevos batidos que nos servirá para espesar el caldo.
- Se deja cocer todo unos 15 ó 20 minutos moviéndolo ligeramente y listo. Si eres de natural rebañador prepárate, vas a mojar hasta quitarle el brillo a la porcelana del plato.
MÚSICA PARA ACOMPAÑAR
Para la elaboración: Seven NationArmy, de The White Stripes.
Para degustar: Numb, de Linkin
Park.
VINO RECOMENDADO
Estola crianza DOC la Mancha
DÓNDE COMER
En familia, colocado el puchero
al medio, en mesa bien vestida y servido con mucha parsimonia y empaque. Es
recomendable ponerse el traje de las bodas para este plato, sentirte como un
paquetito, bien envuelto y por unos momentos importante y trascendente.
Valorarás en lo que vale entornar los ojos en la primera cucharada y con tus
rudimentos de francés decir “c’est une eclosion…” Si no sabes, sólo has de decir “Sé tin..e…closion,
alargando la ene final. Es un efecto que recalifica mucho el plato sin dudarlo.
QUÉ HACER PARA COMPENSAR LAS CALORÍAS
Si mojas, llorar, llorar mucho. Si
eres menos tragón, levántate y anda, Lázaro.