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Es increíble la
que han liado dos vírgenes inocentes al darse un hermoso beso. Un cartel, dos
mujeres besándose (con nombres tan bizarros como ' la Moreneta' y ‘ la Geperudeta'),
y probablemente el calor que llevamos padeciendo en esta primavera abrasadora,
han bastado para que Monseñor Cañizares entrara en combustión y pasase a 'modo
agravio'. Ríete tú de los Ayatolás y sus llamamientos a la yihad, que aquí,
como no comulgues en domingo y tomes el 'beso de dios' en vano, te saca a la
calle a la feligresía en un visto y no visto y la pone de inmediato a rezar un
'rosario protesta' en acto de desagravio. Total por el beso de dos chicas a las
que sólo se les reconoce por la peineta.
El cardenal
Cañizares lleva ya una buena temporada dando caña (haciendo honor a su nombre)
a todo aquel que no comulga con su modo de entender la vida. No sabemos qué le
pasa ni por qué está tan de mala leche, la verdad. Pero al mismo tiempo, lo sorprendente es que
aquellos que se santiguan y acuden de inmediato a alistarse contra la ofensa y
el mal a su llamamiento (que no son pocos a la vista de los que asistieron a la misa de desagravio del pasado 16 de junio),
no encuentren en las barbaridades que espeta de tanto en tanto en sus homilías
al menos los mismos motivos de ofensa. Entre otras cosas, porque cuando las
lanza lo hace contra personas o grupos de personas cuyo único delito es ser
diferente o no pensar como él. ¿O hay
algo más obsceno que insinuar que el aborto es un acto más grave que el abuso sexual?¿Que
los refugiados son una invasión?¿Que la familia peligra por la influencia del “imperio gay” y las
feministas? ¿Qué los ateos sólo piensan en dinero y sexo?¿Algo más insidioso que arengar a la insumisión y la desobediencia de las leyes de igualdad de género? Tal vez sea porque piensan o son exactamente igual que él, y bajo el
tendal protector de su sotana se sienten protegidos de putas, maricones, ateos
y demás hijos de Satanás que viven,
piensan y sienten de forma diferente.
No son buenos
tiempos para predicar el odio a nadie, y menos en unos momentos en que el Papa
se sitúa en el polo opuesto y despliega unos planteamientos que muestran una
iglesia con deseos de actualizarse, de bajar de los púlpitos y los altares, de humanizarse
y acercarse a sus fieles. Porque monseñor Cañizares avergüenza al cielo y a sus
jefes con sus exabruptos y sus salidas de tono. Nada contracorriente y encaja
el martirio de las críticas contrariado, asumiendo su papel de último y único
defensor de los verdaderos principios cristianos, sin darse cuenta que es un
viaje, el suyo y el de todos aquellos a quienes arrastra, a lo más profundo de
la caverna. Como si en su fuero interno se viera a sí mismo santificado o
cuanto menos beatificado (a poder ser en vida) por su defensa incondicional de lo indefendible. Y para ello no ha tenido
ningún reparo, aprovechando la coyuntura ofrecida por un cartel, en convocar
una ‘cruzada’ que, por un lado, reivindique sus argumentos frente a quienes le
‘acosan’ pública e incluso judicialmente; y por otro, mostrar que no está solo.
Y la jugada, por el momento, no le ha salido mal, pues su convocatoria de un
acto de desagravio, con un rezo masivo de rosario (algo así como una batucada
reivindicativa pero con rosario, una ‘rosariada’ podríamos decir) ha funcionado
y llenado la plaza de la Virgen en Valencia. De verdad que no sé qué tiene esta
capital que en los últimos años ha atraído (a excepción de ‘cruceristas’),
entre prelados y políticos, gentes y comportamientos de lo más variopinto y
singular, por no decir casposo y vomitivo.
En fin, haría bien
Francisco en limpiar la iglesia y retirar los restos de las viejas actitudes al
‘Instituto Anacrónico Forense’, hacerles
la autopsia y certificar su defunción, porque el futuro de los principios de
convivencia armónica y respetuosa entre los ciudadanos, que defiende los
auténticos valores cristianos, tiene un pronóstico muy negro con
fundamentalistas como Cañizares. Casi tanto como los ajos negros que hemos
utilizado en esta receta: Alioli de ajo
negro ‘La Moreneta’. Con la diferencia que aquí el negro potencia, modifica
y mejora el sabor de un plato tradicional para crear otro diferente y nuevo,
mientras que aquel ensombrece y enturbia cuanto toca. Además tampoco repite,
otro tanto a su favor. Un ajo, el negro, que es producto de la fermentación del ajo común, que le hace
adquirir multitud de propiedades y modifica sus cualidades organolépticas, dotándolo
de mayor suavidad y un sutil sabor dulce y a regaliz. Coge pan y moja, porque
este alioli es de los que triunfan allá donde lo presentes, pues cuenta con el
atractivo que sólo las novedades son capaces de ofrecer.
Que lo disfrutes
NECESITARÁS
(para 4 personas)
- 5 dientes de ajo negro.
- Sal.
- 100-125 ml de aceite de oliva virgen extra.
- 2 cucharadas de zumo de limón.
- 2 yemas de huevo.
ELABORACIÓN
- Separa las yemas de las claras y vierte las primeras en el vaso batidor. Añade el limón, los dientes de ajo negro pelados y troceados, la sal (sé generoso porque este tipo de ajo tiende a ser dulce) y el aceite. Introduce la batidora hasta tocar con las cuchillas el fondo y bate moviendo el aparato ligeramente de arriba a abajo, pero sin que salgan las cuchillas al exterior, hasta que los ingredientes hayan emulsionado. Prueba y rectifica de sal si hace falta. Si crees que la textura es demasiado espesa añade aceite y vuelve a batir hasta que esté a tu gusto.
Facilísimo, diferente y sutil. Buenísimo.
NOTA
Obviamente el
alioli es el producto de la emulsión de aceite y ajo, pero con las yemas te
garantizas que salga perfecto y es muy rápido. Además, ésta es la versión ‘La
Moreneta’. Si lo prefieres puedes utilizar aceite más suave, bien de oliva o de
girasol, pero a mí me gusta más el toque intenso del virgen extra, y asociado
al tema que nos ocupa, con tanta virgen ‘despeinetada’, no tiene color.
Sin tener nada
que ver, pues el sabor, el aspecto y los aromas son absolutamente diferentes
entre el alioli de ajos negros y el de ajo tradicional, puedes hacer una
mayonesa o alioli negros añadiéndole tinta de calamar congelada.
MÚSICA PARA
ACOMPAÑAR
Para la
elaboración:
Juju. Samael.
Para la
degustación:
Girls & boys. Prince & The Revolution.
VINO RECOMENDADO
DNA Classic
Bobal. DO Utiel-Requena
DÓNDE COMER
Con este alioli
' La Moreneta', por supuesto, cada uno en su casa y dios en la de todos; pero
ya puestos, que te coja en buena compañía y bien surtido de vino que potencie
los sabores de la receta y de la velada.
QUÉ HACER PARA
COMPENSAR LAS CALORÍAS
Dependerá de con
qué lo comas y del pan que lo acompañes, porque así a bocajarro...En cualquier
caso, un par de 'Ave Marías', mientras caminas un rato, te liberan del pecado
de la gula y de la mala conciencia; o al menos caminar, de ésta última.