martes, 19 de abril de 2016

Aceite de brasas o cuando el mundo está 'emPanamado', quién lo 'desemPanamará'...


 
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Visto lo visto, si no sales en los ‘papeles de Panamá’, no te sigue la pista la fiscalía anticorrupción o la policía judicial no te visita, puedes darte por fastidiado, porque no eres más que un vulgar donnadie, un pobre advenedizo que no ha sabido prosperar como lo saben hacer los grandes. La chapa de chorizo con denominación de origen se la gana uno currándosela con tesón y alevosía euro a euro en paraísos fiscales. Así que, no le quitemos mérito a la cosa, que para jugar en primera, además de delincuente, debes ser malo de solemnidad, artero y sibilino. No hay más que echar un vistazo al rico ecosistema formado en el gobierno o que pasta a la sombra de su poder: Expresidentes de gobierno defraudadores que junto al bigote perdieron la vergüenza. Exbanqueros empeñados en sacar dinero del país o en meterlo. Ministros mentirosos y evasores que van de Soria a Panamá a cada Rato. Alcaldes y concejales corruptos. Ex Molt Honorables, ‘honorarios-compulsivos’ y ladrones. Infantas al borde del infarto. Princesas-amantes 'emPanamadas'. Sindicatos ‘Manos Limpias’, con más mierda en las garras que palo en gallinero... ¡Delincuentes! ¡Patriotas todos!, ¡Que os den!

Porque, o sois personas que viajan tanto y tan ocupadas en el interés general de los ciudadanos que no les queda tiempo para nada, viéndose obligadas a hacer la declaración de la renta en los duty-free de los aeropuertos, o sois unos vulgares cuatreros y maleantes, una auténtica vergüenza para un país, que no mueve más que al asco. En definitiva, una manada de delincuentes que no se ha merecido los ciudadanos que le han votado y mucho menos que han gobernado.

A pesar de todo, lo cierto es que debemos estar contentos. Porque si bien es vergonzoso todo lo que sale a la luz, lo bueno que tiene la democracia es que achica la porquería;  achica sujetos como estos. El proceso es muy sencillo: los intestinos del poder generan los excrementos, la democracia se encarga de hacerlos aflorar y el ciudadano termina cagándose en ellos. Un proceso socio-metabólico de lo más sano democráticamente hablando.

En fin, estos personajes conocen muy bien la hoguera de las vanidades, forman parte de ella; pero habría que verlos correr sobre las brasas soportando el peso de lo robado, pisando fuerte para no quemarse, sudando las desgracias que han provocado con su gobierno y con lo que han robado. A ver si eran tan rápidos como llevándoselos calentitos a las playas duty free.

Ya que no podemos someterlos a ese infierno de llamas, al menos démonos el gusto de dedicarles una metáfora gastronómica a pie de cocina y de barbacoa. El Aceite de Brasas es la receta que nos los recuerda, aunque no se la merezcan. Tan solo necesitarás disponer de unas brasas una vez, y alargar su sabor durante mucho tiempo. Si quieres darte el pisto sin tener que usar un misto, este aceite es lo tuyo. Un aceite para disfrutar del encanto de la barbacoa y no encender nada salvo la imaginación.
Que lo disfrutes.



NECESITARÁS (para 4 personas)

  • 300 ml de aceite de oliva virgen extra de calidad.
  • Carboncillos al rojo vivo.


ELABORACIÓN

Debes estar a pie de barbacoa para realizar esta receta. De este modo, sus recuerdos te acompañarán en multitud de platos durante mucho tiempo con esta sencilla maniobra. Introduce el aceite en un tarro de cristal. Incorpora 5 o 6 carboncillos al rojo vivo y cierra inmediatamente el bote. Déjalo en un lugar que no le dé la luz durante 3 días. Pasado ese tiempo cuélalo con un colador de tela y ya tienes un exquisito y sutil aceite de brasas. Con pan tostado y sal, carne o pescado es una auténtica delicia.

NOTA

La calidad de la madera utilizada en la barbacoa es importante. Con el recuerdo a brasas ya es suficiente y está delicioso. Pero si quieres, puedes macerar posteriormente en el aceite de brasas alguna ramita de aromática. Yo le he añadido romero y los recuerdos a monte se intensifican notablemente. Prueba con la que más te guste si te resulta interesante. Acertarás.

MÚSICA PARA ACOMPAÑAR

Para la elaboración: Que os follen. El Niño de elche.
Para la degustación: Quien engaña, no gana. Ojos de brujo.

VINO RECOMENDADO

Este aceite, como cualquier otro, así a las bravas, marida mal con vino. Lo utilizaremos para cocinar o acompañar el plato; en este caso, para acompañar y realzar sus cualidades con el recuerdo sutil del humo. Por tanto, el tipo de vino dependerá de esa circunstancia.

DÓNDE COMER

A pie de barbacoa ni se te ocurra, para eso tienes ya las brasas. Cómodamente sentados y en mesa bien vestida, para que no se diga que los recuerdos a humo van reñidos con la distinción.

QUÉ HACER PARA COMPENSAR LAS CALORÍAS

Su sabor es tan intenso que unas gotas bastarán para realzar el sabor del plato. Por tanto, con unos cuantos aspavientos a cada nueva revelación vomitada por los ‘papeles de Panamá’, la fiscalía anticorrupción o la policía judicial, será suficiente.