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El verano ya
está ahí y seguimos hablando de política cuando de la única política que vale
la pena hablar es de la del bienestar, esa sensación que se tiene cuando
estamos a gusto con nosotros mismos.
Debe ser cosa de
los brotes verdes, claro, de los brotes verdes de la primavera, pero, si eres
de los que envidian y odian por igual a ese amigo que haciendo lo mismo se
mantiene fino, mientras que tú engordas. Si eres de los que sobrevuelan
ingrávidos y gentiles como pompas de jabón los días laborables para atacar con
deseo antropófago el fin de semana; de esos que combinan la gula festiva con el
cuidado semanal, aunque flaquea y palma a la mínima ocasión. De los que
asumieron resignados que la arruga es bella y que la lorza tiene su aquel erótico, el testimonio de quien sucumbe a
la tentación, la prueba de que la imperfección es humana y hermosa. Si eres, en
definitiva, de esos a quienes gusta portarse mal…el fin de semana, pero
hacerlo bien…entre semana, estos consejos te pueden interesar, porque nada
sube tanto la autoestima, ni anima más a salir de vinos que un “te veo más
delgado”, ni hay droga que provoque subidón más duradero que el día que te abrochas
de nuevo esos pantalones que se quedaron estrechos.
Conocerte, la mejor balanza. El
matrimonio perfecto y más equilibrado es aquel que forman entre sí el cuidado
de la alimentación y el ejercicio físico, y es probable que seas de los que
piensan que haces poco ejercicio para lo que comes y que ese desequilibrio lo
almacenas en forma de grasa, muy a tu pesar. Si no tienes ningún problema
metabólico o una predisposición especial, para qué engañarnos, seguramente
tienes toda la razón. Si esto es así, porque pecas y lo sabes, la pregunta que debes hacerte es ¿cuáles
son mis necesidades calóricas? ¿Qué debo hacer para, llevando la vida que llevo,
no engordar por encima de mis posibilidades? Lo primero que has de
saber es cuántas calorías deberías consumir dadas tus características físicas y estilo de vida, y para ello vamos a utilizar
la fórmula de Harris-Benedict, que nos dará una cifra orientativa que nos sirvirá de referencia para actuar en consecuencia.
Tomando como ejemplo un hombre de 40 años, que pese 80 Kg., mida 180 cm y tenga una actividad normal (actividades diarias
habituales), tendrá unas necesidades calóricas aproximadas de 2520kcal/día,
mientras que una mujer de 60 Kg., 165 cm, 40 años y con la misma actividad,
rondará las 1877kcal/día. Teniendo en cuenta este dato y nuestros hábitos alimenticios, solo tenemos que calcular
nuestro consumo calórico habitual para ajustarlo a nuestras necesidades reales y objetivos. Si, como sabes, eres de los que pecan, y aunque entre semana purgas
tus excesos observas cierto desequilibrio, tienes que incorporar a tu estilo
de vida el ejercicio como arma de destrucción masiva que lo contrarreste. No
marcarás la hercúlea tableta de José María Aznar, pero sin duda será el mejor
de los hábitos que hayas adquirido hace mucho tiempo.
Lázaro, levántate y anda. Para quemar
1kg de grasa es necesario invertir algo más de 7000kcal. Eso significa que si
quemamos 233kcal extras cada día y no aumentamos nuestro consumo calórico, al
cabo de un mes habremos eliminado ese Kg. de grasa. La forma ideal de hacerlo
es con una actividad física de moderada intensidad que seas capaz de mantener
durante un buen rato, como andar, trotar, bailar, nadar, hacer bicicleta, etc.
Para hacernos una idea, el hombre de 80kg del que hemos hablado al inicio, corriendo
30’ a 7km/h (trote muy ligero) consume aproximadamente 350kcal, y 530kcal si
son ¾h. Con un peso de 60kg, el consumo alcanza las 265kcal y 400kcal, según
trotemos 30´ ó 45’. Si en lugar de trotar prefieres andar rápido, pesando 80kg
y andando 1h a 6km/h, se consumen 300kcal y 225kcal si tu peso es de 60kg. Si
decides trotar en lugar de andar y no lo has hecho desde que saliste del
instituto, tendrás una sensación de “ahogo” los primeros minutos que no debe
asustarte y menos desalentarte: es el cuerpo que se está adaptando a ese
esfuerzo y necesita un tiempo para ajustar sus sistemas pasado el cual esa
sensación desaparece. Si eres capaz de trotar a tu ritmo 15’ conseguirás correr
todo el tiempo que te propongas. Este plan te ayudará:
Semana
|
Correr/Andar
|
Tiempo
total
|
1
|
3’/1’
+3’/1’+3’/1’+3’/1’
|
|
2
|
4’/2’+4’/1’+
|
|
3
|
5’/1’+5’/1’+
|
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4
|
7’/2’+
|
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5
|
10’/1’+
|
|
6
|
…Sigue moviéndote. Porque la
combinación de ejercicios aeróbico y de fuerza es letal para la grasa. Trota o
anda al menos 5 días por semana y combínalo con 20’-30’ de ejercicios de fuerza,
bien con pesas o con el peso de tu cuerpo, 3 veces por semana. El músculo
consume más calorías por el solo hecho de tenerlo, unas 40kcal/día por Kg. de
músculo obtenido, además de las que gastas cuando lo ejercitas.
Conocerte, moverte
y cuidarte, una Troika implacable y
más dañina con la lorza que la CE, el FMI y el BCE con la clase media. Y para
que comiences con paso firme y optimista te sugiero que lo hagas con esta
receta: Arroz 90-60-90, Arroz Tipazo. Una receta con medidas y sabor de infarto. Un plato equilibrado y
primaveral, con todo el colorido de la estación y tan lleno de vida, que no
echarás a faltar nada que haga feliz a
tu cocotxa. Tan equilibrado, tan ligero, completo y nutritivo que te
sorprenderá con la frescura y sutileza de su sabor.
Que lo
disfrutes.
INGREDIENTES (Para 4 personas)
- 300gr de arroz salvaje (o mezcla de éste y vaporizado, rojo y/o basmati).
- 1 manojo de espárragos verdes.
- 1 mango.
- 1 puerro.
- 100gr de pistachos pelados y sin piel.
- 75gr de pasas de corinto.
- Sal, pimienta y 1 cucharadita de curry.
- 1 cucharada de salsa de soja.
- Aceite de oliva virgen extra.
ELABORACIÓN
- Cuece el arroz el abundante agua con un poco de sal y aceite durante 25’ aproximadamente (sigue las instrucciones que encontrarás en el paquete). Escúrrelo bien (si quieres pásalo por agua fría), añade sal, una punta de pimienta y una cucharadita de curry y remueve bien.
- Corta muy fino el puerro y sofríe en una sartén. Cuando veas que se va poniendo transparente, incorpora los espárragos previamente cortados, y una vez sofrito todo, los pistachos pelados (escáldalos unos segundos en agua caliente y los pelarás con facilidad) y las pasas hidratadas en el microondas 1’.
- Añade el sofrito al arroz y mézclalo todo bien junto con la cucharada de salsa de soja.
- A la hora de servir incorpora el mango cortado en trocitos.
- Emplatado: En cuenco, con los trocitos de mango por encima o presentados en plato a parte, para que cada uno se sirva a su gusto, contrastando con la sutil tibieza del arroz la frescura y el dulzor de la fruta.
Puedes hacerlo
con arroz integral o basmati, aunque el
salvaje le da un sabor y aroma muy fragante. La salsa de soja ya es salada de
por sí, por lo que añade sal con cuidado para no saturarlo. La cebolla tierna
también acompaña muy bien esta receta, a la que puedes incorporar otras
verduras que sean de tu agrado, pero el espárrago y el puerro la hacen especial.
MUSICA
Para la elaboración: No Rest For TheWiched, Lykke Li
Para la degustación: We Misht Be DeadBy Tomorrow, Soko
VINO RECOMENDADO
Castillo Ducay,
rosado. DO Cariñena.
DÓNDE COMER
En buena
compañía, al aire libre, en terraza, en la playa o en el monte, ligeros de
ropa, primaverales y dejándonos ver, orgullosos de lucir ese tipazo y
disfrutando del sabor de un arroz de medidas descomunales y extraordinariamente
sugerentes.
QUÉ HACER PARA COMPENSAR LAS CALORÍAS
Pues ya lo
sabes, antes o después de degustarlo, o a media tarde, acompañado de los
colores espectaculares del ocaso en primavera, trotar o andar, lo que tú prefieras…y
disfrutar de la estación y de la vida.