www.laviejaescueladefuentes.com |
- Cristiano Ronaldo, Mourinho y Pepe serían hijos predilectos de Cataluña y el Sporting de Lisboa més que un club.
- Cataluña se hubiera convertido en una potencia global al crear nuevas rutas hacia las Indias orientales y poseer el control comercial de sus productos.
- En Brasil se hablaría catalán y los gallegos lo harían con acento.
- Cataluña le hubiera disputado a castilla la hegemonía comercial y la conquista y control de bastos territorios repartidos por todos los continentes. En el tratado de Tordesillas, donde se repartirían el mundo bajo la supervisión Papal, no hubiera hecho falta intérprete de portugués.
- Oporto sería hoy en día la capital mundial da cava.
- El Fado se bailaría a ritmo de Sardana y Serrat y Sabina serían el paradigma de dos países hermanados a través de la música y la cultura
- Las toallas de media Europa llevarían un burro bordado.
- Las catalanas no tendrían bigote, como en el tópico portugués, porque una cultura tan emprendedora y cuidadosa con el estilismo hubiera puesto de moda la fotodepilación muchísimos años atrás para evitarlo.
- El 1 de diciembre sería su fiesta nacional, porque tal día como ese de 1640 hubiera proclamado su independencia, se habría desvinculado de la monarquía hispánica y definitivamente convertido en un reino soberano.
No es más que una
ucronía divertida, una especulación histórica, que nos anima a imaginar y
fantasear con las consecuencias de unos hechos que hubieran desembocado en la separación
definitiva de Cataluña y España, si por aquel entonces, en lugar de estar
encerrada entre una Castilla cada vez más poderosa y un mar mediterráneo del
que era potencia indiscutible (pero cuya importancia languidecía al ritmo que
lo haría ella misma) hubiera estado en la vertiente atlántica en el momento en
que el futuro se abría enorme y rico por el oeste, y no en unas aguas cuajadas
de cultura, pero con los días contados.
Exactamente igual que ahora, pues
gran parte del futuro político catalán parece depender de las decisiones que se
tomen al oeste, en Madrid. Lo que se plantea hoy es el mismo sueño nostálgico
con brillos de modernidad que anida en el corazón de muchísimos catalanes,
orgullosos de un pasado y una identidad que en tiempos de tanto desencanto les ha
empujado a creer y desear que en solitario las cosas irán mejor; unos tiempos
con tanta decepción política que ha convertido en soberanistas incluso a los
más moderados.
J. Pujol decía, que “El gran éxito es que haya chonis y Fernández soberanistas”. Cabría preguntarse si todas
las chonis y los Fernández lo son o se sienten sólo catalanes y orgullosos de
serlo, además de decepcionados. Es lo de menos. La realidad es que la “crisis
catalana”, el problema catalán, como todas las crisis, como la crisis económica
en la que estamos, sirve para mostrar el descontento del ciudadano, para hacer
aflorar y achicar toda la porquería que estaba enquistada. Muestra la necesidad
de hacer algo frente a la insatisfacción generalizada con la manera de
gestionar los territorios desde Madrid y frente a los políticos regionales; en definitiva, de
tirar en una dirección donde el aire no esté tan viciado y permita respirar o al menos hacerlo mejor.
Harían bien los gobiernos de
Madrid y Cataluña en ver esta realidad, en comprenderla e interiorizarla y
orientar sus pasos por el camino que mejor responda a los intereses del
ciudadano y no a los suyos propios o de sus partidos. No es cuestión de
oportunismo, ni de prepotencia, es cuestión de hacer política, de dialogar con
criterio y mostrar la capacidad para convencer. En retos tan delicados como
este es precisamente donde hay que hacerla, donde hay que conjugar política y
sentimientos, donde hay que mostrar habilidad y competencia; a fin de cuentas, para
eso les pagamos.
Es una cuestión de encuentro y no
de enfrentamiento: el de un gobierno, el de Madrid, parapetado en la
constitución, y otro, el catalán, atrincherado en el sentimiento; y nadie, absolutamente
nadie, cediendo un milímetro. Basta de inmovilismo. Que hablen de una vez, que
dialoguen sin prejuicios, y que tengan en cuenta una cosa: en la amistad, como
en el amor, hay que saber ceder y perder de vez en cuando para poder llevarse bien,
a fin de cuentas no es más que una relación entre iguales…algo de lo que sabe
mucho San Jordi, capaz de decirlo todo sin pronunciar ni una sola palabra con
un libro y una flor.
Y aunque sea una ucronía
gastronómica, un plato que podría haber sido y que difícilmente será, aunque
está buenísimo: Mongetes a Feira,
una receta de una Cataluña portuguesa que fusiona a la perfección la tradición
mediterránea de las alubias, les mongetes, y la atlántica (más que portuguesa,
gallega) al combinarla con el pulpo y el pimentón. Dos tradiciones que se llevan
a las mil maravillas; dos realidades que comparten el mismo espacio y que lejos
de restarse se suman para redondear un sabor que te sorprenderá. Ojalá que todo
fuera tan fácil… ¿O sí lo es?
Que lo disfrutes. Y feliz día de San Jordi.
NECESITARÁS (para 4 personas)
- 200gr de judías blancas (mongetes) cocidas (un bote pequeño).
- 1 cucharada de tahini.
- 1 cucharadita de comino.
- ½ cucharadita de pimienta.
- Sal.
- 2 dientes de ajo.
- 2 cucharadas de zumo de limón.
- 5 cucharadas de aceite de oliva virgen extra.
- 200gr de patas de pulpo.
- Pimentón dulce de la Vera.
- Escamas de sal o sal negra.
ELABORACIÓN
- En un vaso batidor introduce las mongetes, la punta de sal, el zumo del limón, el tahimi, el comino, la pimienta, los 2 dientes de ajo fileteados y fritos, y 3 de las cucharadas de aceite. Bate hasta emulsionar bien todos los ingredientes. Habremos hecho un hummus de mongetes.
- Filetea las patas de pulpo cocido y distribuye los trozos sobre el hummus. Espolvorea de pimentón dulce de la Vera, escamas de sal y añade el aceite restante por encima.
- Emplatado: en cucharas individuales coloca un poco de hummus y sobre el mismo 1 ó 2 trocitos de pulpo espolvoreado con el pimentón, la sal en escamas y el aceite.
- Umm. Molt, però qué molt bo.
NOTA
Si en lugar de en cucharas de
servicio lo pones en unos cuadraditos de pan de pita previamente horneados y
con un toque de pimentón y aceite el resultado es espectacular.
MÚSICA PARA ACOMPAÑAR
Para la elaboración: Calle Melancolía, Sabina & Serrat.
Para la degustación: El último trago, Chavela Vargas.
VINO RECOMENDADO
Casa de la Vega Verdejo 12, DO Rueda.
DÓNDE COMER
En mesa redonda que invite a la
conversación distendida y cordial, esa en la que te encuentras tranquilo, pues
los invitados o son amigos o te hacen tan fácil y cómoda la compañía que
siempre es sencillo llegar a acuerdos ilusionantes.
QUÉ HACER PARA COMPENSAR LAS CALORÍAS
Es bocado ligero y equilibrado y
la conversación, tranquila o apasionada, ejercicio suficiente para digerirlo
cuando la acompañas de risas y aspavientos.