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Está bien ser creativo e
improvisar para salirte con la tuya cuando ya no se sabe qué hacer, pero de ahí
a la bochornosa actuación de Puigdemont de las últimas horas hay un mundo. Dicen
que cuando el camino se ha acabado sólo los tontos siguen adelante; y después
de entonar una melodía de sedición con tanto convencimiento y solemnidad, y de
dirigir el coro que le acompañaba, acabar así y con la épica de la realidad en
la que se creía inmerso es decepcionante, muy decepcionante. Lo último que se
esperaba de él es que huyera como un conejo a pedir asilo político, y cuando no
lo consigue (como con seguridad ya imaginaba) disfrazar su huida de ‘Govern en
el exilio’ e intentar internacionalizar un conflicto alimentado por él en buena
medida.
¿Qué habrá pasado por la mente de
Puigdemont para actuar de una manera tan vergonzosa e indigna para él e
incómoda para los demás –para los belgas los primeros-? ¿Cómo se puede pasar de
ser incómodo e irritante para algunos a ser ridículo y grotesco para casi todos
(incluso para los tuyos)? ¿Por qué huye? ¿De quién se esconde? ¿De Rajoy? ¿De
una decepcionada CUP? ¿De Ferreras?... ¿Se habla catalán en Mátrix? Al menos en
el suyo pueden darse ruedas de prensa en cuatro idiomas y pintar mundos
paralelos de represión y tortura. ¿O es un adelanto horario de Halloween y el
ex-president es un muerto viviente? Hay pruebas que apuntan a ello…
Cuántas preguntas a esta especie
de charlotada que nos tiene a todos boquiabiertos y ojipláticos; a españoles,
catalanes, belgas y europeos. Y lo que es peor: nos ha pillado a contrapié y
sin palomitas para asistir al espectáculo como es debido. Porque algo de cómico
hay en todo esto. Algo tragicómico, más bien. Recuerda la polvareda levantada
por el Roldán de sus mejores días de ‘coge el dinero y corre’. Incluso los de
aquel Dioni ‘Berlangariano’ que gastaba dinero a toda prisa en Brasil ¿Cómo
puede darse una imagen tan bochornosa de uno mismo? ¿Cómo justificar la
responsabilidad de sus actos ante quienes le han votado y apoyado ciegamente? Porque
la decepción puede olerse en la distancia.
Sean cuales sean sus razones: huir
desquiciada y vergonzosamente hacia delante como los conejos o una estrategia
de internacionalización del conflicto catalán, su fotografía por Bruselas y en
esa rueda de prensa, donde sólo ha contestado 5 preguntas (una a TV3 y cuatro a
medios extranjeros, ninguna a un medio español) no son más que las últimas
escenas improvisadas de una película que, por fin, está a punto de acabar…
¿Continuará?
El conejo es su plato, no hay
duda. Conejo a la Puigdemont. Un plato
que se acompaña con mongetas y bulets, y que como aquel jamás, jamás te dejará
indiferente.
Que lo disfrutes
NECESITARÁS (para 4 personas)
- ½ conejo troceado (unos 500 g).
- 150 g de ‘bulets’ (en este caso setas siitake).
- Una cebolla pequeña.
- 3 dientes de ajo.
- 1 tomate de pera pequeño.
- 1 bote de alubias cocidas de 660 g.
- Sal, pimienta, romero, chile molido (opcional) y una papelina de azafrán en polvo.
- Aceite de oliva virgen extra.
- 1 l de agua.
ELABORACIÓN
- Salpimienta el conejo y añádele las aromáticas y un chorrete de aceite. Déjalo reposar 1h.
- Sofríelo en una cazuela con aceite a fuego moderado. Dale unas vueltas hasta que esté dorado. Retíralo y reserva.
- Lamina la cebolla y los ajos y sofríelos en el aceite donde has pasado el conejo. Cuando la cebolla esté transparente, ralla el tomate e incorpóralo. Remueve y deja que termine de sofreír. Rectifica de sal. Añade un poco de agua caliente y bate para que el sofrito de cuerpo y consistencia al caldo. Añade el resto del agua caliente.
- Corta las setas e incorpóralas junto al conejo y el azafrán en polvo. Prueba y añade sal al gusto.
- Deja cocer 20’ aproximadamente y añade las alubias de bote (si son naturales y cocidas sólo con agua y sal no las escurras, incorpora también su caldo; si no es así, escúrrelas y lávalas primero). Deja cocer 5’-10’ y reposar otros 10.
- Emplatado: en plato hondo y sin miramiento, que es receta ligera, económica y deliciosa.
Para repetir.
NOTA
Si ves que te quedan las alubias
algo claras, rállales un huevo duro para que la yema espese un poquito el caldo
(como he hecho yo). También puedes coger unas cuantas alubias y algo de caldo,
batirlas y las vuelves a incorporar al guiso.
Las pelotas de carne acompañan a
la perfección al conejo en este plato. De hecho, es un plato que forma parte
del recetario tradicional: Conejo con pelotas. Desgraciadamente este conejo no
las tiene, aunque puedes añadírselas tú.
MÚSICA PARA ACOMPAÑAR
Para la elaboración: Un velero llamado libertad. José Luís Perales
Para la degustación: No volveré. Chavela Vargas.
VINO RECOMENDADO
Lo Flamenk tinto. DO Terra Alta
DÓNDE COMER
La mejor opción es en casa de
Puigdemont, allá donde la tenga, Bruselas, Gerona o Barcelona. Pero, a falta de
invitación, siendo como es plato de almuerzo y telediario, en el comedor y
frente al televisor, con la mesa bien vestida y en vajilla fina, que el conejo
lo merece; y en buena compañía, que comparta y que comente las andanzas de este
nuevo Willy Fog.
QUÉ HACER PARA COMPENSAR LAS CALORÍAS
Es plato ligero y veloz, por lo
que cuatro carreritas y unos saltitos de conejo a media tarde será ejercicio suficiente
para evitar la indigestión.